El vino es una bebida que requiere de buenas condiciones ambientales para que se puedan aprovechar correctamente todas sus propiedades. De hecho, hay cantidad de restaurantes y también de particulares que tienen una bodega para garantizar su buena conservación y mantener el producto de la mejor forma posible.
Existe la creencia de que una buena forma de servirlo es a temperatura ambiente. Sin embargo, este es un concepto clásico que viene de siglos atrás y que ya no es en absoluto correcto. Por aquel entonces se guardaba en grandes construcciones que no tenían las condiciones con las que ahora contamos, sin aislantes ni calefacciones, por lo que la temperatura ambiental no tiene nada que ver con la de nuestros días. En la actualidad, alcanzamos fácilmente los 20º o 23º en los interiores.
De hecho, lo correcto es servir cada vino a la temperatura más correcta según sus características, pues no es lo mismo un vino tinto que un blanco o un rosado. Es común que en las casas en las que se sirve vino, especialmente durante el verano, se saque directamente del congelador sin pensar siquiera en la botella que vamos a servir. Esto es uno de los errores más grandes que podemos cometer. Con un poco de mimo, sabrá mucho mejor.
¿Quieres aprender a beber y servir cada vino como merece?, ¿buscas aprovechar sus mejores cualidades? En este artículo te vamos a ayudar mucho con este tema, pues te explicaremos a qué temperatura debes servir cada vino en concreto para sacar lo mejor de él.
¿A qué temperatura se sirve el vino tinto?
Se dice que el vino tinto no debe guardarse nunca en el frigorífico y esta afirmación sí es bastante certera, pues no aguantan temperaturas tan frescas como en el caso de los blancos. Sin embargo, como hay muchos tipos de tintos, habrá que escoger los grados más adecuados para cada uno de ellos.
Vinos tintos jóvenes
Son precisamente los vinos más jóvenes los que agradecen un poco más de frescor, así que pueden ser las mejores opciones de tinto para los días de verano. En este caso, puedes optar por servirlos entre los 13º y los 14º para que se conserven en su mejor estado y te ofrezcan un trago refrescante. Como no se gestionan bien en el interior de una nevera, lo mejor para obtener esta temperatura es meter la botella en un recipiente de agua con hielo un tiempo antes de servir. Si además tienes un termómetro para verificar los grados, conseguirás degustarlo como todo un profesional.
Vinos tintos crianza
Los vinos tintos de crianza pasan por un proceso de envejecimiento más largo y nos presentan matices que pueden ser intensos. No queremos arruinar ese toque especial que nos ofrecen, por lo que tendremos que ocuparnos de alcanzar una buena temperatura para ellos. Lo ideal es que se acercan lo máximo posible a los 15º, para lo cual podemos emplear el método anterior pero con menos tiempo de exposición al agua con hielo.
Vinos tintos reserva y gran reserva
Los vinos de este tipo tardan al menos 3 años en producirse y nos ofrecen un resultado mucho más sofisticado. Ojo con estos productos, ya que servidos por debajo de los 16º van a mostrarse mucho más duros al paladar y perder parte de su aroma natural. Si lo sirves además a un máximo de 18º, vas a poder gozar de lo que verdaderamente te ofrece la bebida, con todos sus matices intactos.
¿A qué temperatura se sirve el vino blanco?
Los vinos blancos tienen fama de servirse más frescos, pues cuando se toman calientes son mucho más duros y caldosos. Sin embargo, el error es degustarlos todos a la misma temperatura recién salidos de la nevera o del congelador. Cada estilo de blanco tiene su graduación y sus condiciones, como ocurre con el tinto, así que hay un par de directrices diferentes que debes seguir.
Vinos blancos
Los vinos blancos en general, los que han pasado por un proceso de crianza suficiente, van a ser servidos de forma correcta a los 12º. Es la temperatura a la que se aprovechan mejor cuando queremos maridarlos con carnes rojas o con caza. Por lo tanto, debes olvidar tu costumbre de meternos en el congelador y servirlos casi en estado sólido.
Vinos blancos jóvenes
Con los vinos blancos jóvenes sucede lo mismo que con los tintos, que son capaces de adaptarse mucho mejor a las temperaturas bajas y además lo agradecen. En este caso tendremos que bajar hasta los 7º para disfrutar de su potencial y combinarlos con recetas de pescados, mariscos o arroces.
Espumosos y dulces
Hay otras posibilidades en nuestras bodegas, y se trata de los blancos que son espumosos o dulces. Los espumosos se mantienen bien a una media de 8º para degustarlos como merecen, mientras que los vinos blancos semidulces se deben tratar como los blancos comunes, es decir, basta con ponerlos entre los 7º y los 12º.
¿A qué temperatura se sirve el vino albariño?
Encontrar la temperatura óptima para cada vino es tan importante como hacer una buena elección, y por eso hay diferentes tipos de vino, marcas y precios en el mercado. En la tienda de vinos La Cave Gillet puedes encontrar excelentes ejemplares de cada variante, y una de las más exquisitas es el vino albariño.
Se trata de una bebida con marcados aromas florales y frutales, por lo que no debemos pasarnos bajando la temperatura, ya que acabaremos con el encanto de sus matices. Los grados ideales en este caso serán entre los 10º y los 12º, pero nunca por debajo de estas cifras. De hecho, si se mete en el congelador hay que tener cuidado y dejar que se atempere de una forma natural a temperatura ambiente. Los cambios bruscos pueden arruinar este producto tan delicado.
¿A qué temperatura se sirve el vino rosado?
Los vinos rosados tienen unas cualidades muy similares a los blancos y también requieren de unas condiciones ambientales muy parecidas. Sin embargo, hay que tener en cuenta las particularidades de cada botella para servir con la temperatura que sea más adecuada en cada caso.
Aquellos que se presentan más ligeros, ideales para los meses de calor, se deben servir entre 5º y 7º, en efecto, esta variedad aguanta mucho mejor el frío pese a lo que se suele creen. No obstante, los que nos presentan mayor cuerpo e intensidad hay que ponernos a una temperatura de 9º para que se mantengan bien y se disfrute de sus matices.