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Qué son los envases sostenibles y qué ventajas nos ofrecen

Cada vez somos más las personas que queremos cuidar el medio ambiente. No solo por nosotros, si no por las futuras generaciones. Nos hemos dado cuenta de que el nivel de contaminación es tan alto que o paramos o el planeta está condenado al futuro. 

Para poner nuestro granito de arena, a lo largo de este artículo vamos a mostrar qué son los envases sostenibles y las muchas ventajas que ofrecen. Cuando los conozcas seguro que los comenzarás a ver como una buena alternativa. Sin lugar a dudas es normal que cada vez tengan más presencia en nuestro día a día. 

¿Qué son los envases sostenibles? 

Los envases amigables con el medio ambiente se pueden distinguir según los materiales con los que están hechos. Estos materiales suelen ser renovables y naturales. En la actualidad, hay una variedad de opciones de envases sostenibles disponibles en España, que van desde aquellos fabricados con caña de azúcar, hojas de palma, papel, cartón y madera, hasta bioplásticos, CPLA y residuos agrícolas. 

Sin embargo, no solo es importante considerar el tipo de materia prima utilizada en la fabricación de estos envases, sino también el proceso de producción en sí mismo, ya que este también influye en su sostenibilidad. 

Los recipientes que usamos habitualmente son la mayor parte de los desechos que generamos en casa. Esta cantidad ha ido aumentando con el paso de los años: en 2017, en España se acumularon 18,72 millones de toneladas de envases desechados. En comparación con 1995, el uso de envases de plástico incluso se ha duplicado. 

Este aumento se debe al crecimiento en la popularidad de las botellas de un solo uso, los envases pequeños y el comercio electrónico, así como a la tendencia hacia la conveniencia de los productos terminados y el consumo de alimentos fuera de casa. Por tanto, las empresas que ofrecen productos envasados deben reflexionar con más detenimiento sobre cómo fabrican sus envases, de dónde provienen y de qué materiales están hechos. Porque el uso de envases sostenibles afecta tanto a la producción como a los materiales utilizados en el envase. 

Envases que aprovechan los recursos  

El problema que enfrentamos hoy en día con los plásticos convencionales es que están hechos principalmente de petróleo crudo, un recurso fósil no renovable. Además, estos plásticos no son biodegradables y resultan difíciles de reciclar, lo que genera una carga ambiental significativa. En resumen, para ser más amigables con el medio ambiente, necesitamos reducir el uso de materias primas fósiles y las emisiones de CO2 asociadas en la fabricación de envases. 

Los envases sostenibles se distinguen por los materiales utilizados en su elaboración, los cuales deben ser renovables y naturales. Hoy en día, hay una variedad de opciones disponibles, como envases hechos de caña de azúcar, hojas de palma, papel, cartón, madera, bioplásticos, CPLA y residuos agrícolas. 

Sin embargo, la sostenibilidad de estos envases no solo depende de los materiales utilizados, sino también de cómo se producen. Por ejemplo, aunque podríamos preocuparnos por la necesidad de dedicar más tierras a la producción de caña de azúcar y hojas de palma para estos envases, la realidad es que ya existen cultivos suficientes para abastecer esta demanda. 

En muchos casos, los residuos vegetales de la caña de azúcar y las hojas de palma que no se utilizan en otras industrias se emplean para fabricar estos envases sostenibles. Estos «residuos» se prensan y transforman en envases sin plástico, aprovechando recursos que de otro modo se desperdiciarían. 

Tipos de materiales de embalaje sostenibles 

Ahora vamos a mostrar un listado de materiales que están dando muy buenos resultados a la hora de elaborar embalajes sostenibles. Te invito a conocerlos para apostar por ellos y así poner tu granito de arena.  

1- Bioplásticos  

Los materiales hechos a partir de biomasa, es decir, de sustancias orgánicas, se llaman «biobasados». En el caso de los bioplásticos, la biomasa proviene de recursos renovables como el maíz, la caña de azúcar o la celulosa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los bioplásticos pueden contener tanto biomasa como materiales fósiles (polímeros), incluso si se etiquetan como «de origen biológico». 

La biodegradabilidad es una característica que indica si una sustancia puede descomponerse por microorganismos en presencia de oxígeno para producir dióxido de carbono, agua, biomasa y minerales, o en ausencia de aire para formar dióxido de carbono, metano, biomasa y minerales, sin un límite de tiempo definido. Esta definición proviene del Instituto Alemán de Normalización (DIN) en 16208. 

Es importante diferenciar entre «biodegradable» y «degradable». El primero se refiere a la descomposición natural en la naturaleza, mientras que el segundo implica la descomposición de grandes trozos de plástico en microplásticos. 

Por lo tanto, al utilizar bioplásticos, es esencial tener cuidado con los materiales utilizados y asegurarse de eliminarlos adecuadamente para evitar dañar el medio ambiente involuntariamente. 

Como podemos comprobar en Servimark, la variedad de envases bio sostenibles es cada vez más alta. Podemos encontrar de todo tipo de envases, lo que quiere decir que nuestras necesidades pueden ser cubiertas con facilidad. Para que te hagas a la idea, en Servimark podemos encontrar desde tapper, platos, vasos, cubiertos, bandejas, pajitas para beber… Realmente el abanico de opciones es tan grande que se presentan como una gran opción. Realmente si buscas envases sostenibles para alimentos, esta alternativa cubrirá muy bien tus necesidades. 

2- Papel 

El reciclaje es fundamental para el éxito de los envases de madera. La madera, proveniente de la agricultura biológica, sirve como una excelente materia prima para crear envases respetuosos con el medio ambiente. La alta tasa de reciclaje convierte al papel, cartón y cartón en los envases sostenibles más populares. Sorprendentemente, las fibras de celulosa pueden ser reutilizadas hasta seis veces, lo que resalta aún más la viabilidad del reciclaje en este contexto. Además, la versatilidad en el diseño de estos envases subraya las cualidades del material. Así, la madera se posiciona como la piedra angular de los envases reciclables. 

A simple vista, los materiales vegetales derivados de fuentes renovables parecen una alternativa prometedora. Sin embargo, si la producción o el transporte resultan altamente complejos, o si se lleva a cabo la tala de bosques tropicales para obtener la materia prima, el embalaje no puede considerarse sostenible. Por lo tanto, es crucial garantizar que los envases de papel estén certificados, especialmente en términos de su procedencia. Nosotros optamos por utilizar papel certificado FSC, lo que asegura una gestión forestal que es tanto respetuosa con el medio ambiente como socialmente beneficiosa, contribuyendo así a la sostenibilidad y la lucha contra la deforestación. 

3- Aluminio  

El aluminio resulta útil como barrera contra el oxígeno y la humedad, soporta tanto bajas como altas temperaturas, además de ser ligero y fácilmente reciclable. 

Debido a estas características, se valora altamente en la fabricación de envases para alimentos y utensilios de cocina en el ámbito doméstico, entre otros usos. Aproximadamente dos tercios de todos los desechos de aluminio pueden ser reciclados, aunque no se trata de una materia prima renovable. La industria del embalaje de aluminio depende en gran medida del reciclaje, con alrededor del 75% del aluminio producido aún en circulación. 

A pesar de sus ventajas, los envases compuestos, donde el aluminio es uno de los componentes, presentan dificultades en cuanto a su reciclabilidad, ya que las sustancias no pueden separarse de manera eficiente. Además, los envases de aluminio impresos pueden liberar toxinas orgánicas durante el proceso de fundición. 

El reciclaje de una tonelada de aluminio ahorra aproximadamente 0.1 toneladas de CO2 equivalente por cada tonelada de material reciclado en comparación con el plástico. Por otro lado, la producción de aluminio primario libera alrededor de 135 toneladas equivalentes de CO2 por tonelada de aluminio, mientras que en la producción de plástico esta cifra asciende hasta las 24 toneladas de CO2 equivalente en promedio. 

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