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Bebidas francesas típicas

Francia es un país reconocido a nivel internacional por su champán y por sus vinos, algunos de ellos los más exclusivos y exquisitos del mundo, pero también tiene una gastronomía típica rica en platos pero también en otras muchas bebidas que merece la pena conocer.

Algunas de ellas han saltado a otros países para colocarse también entre las bebidas más populares, por ejemplo para eventos y celebraciones, como el champán.

Hoy te mostraremos algunas de las bebidas, alcohólicas y no alcohólicas, más populares de este país, así como su origen, composición y tradiciones que las rodean para que te animes a conocer y probar un poco más de la cultura francesa.

Las 5 bebidas de Francia más típicas

A continuación podrás encontrar algunas de las bebidas más típicas de Francia que se conocen a nivel internacional pero que siguen siendo también de las favoritas entre sus gentes, como el vino, del que se consumen más de 11 millones de vasos al año.

5. Absenta

Imposible no conocer al “hada verde” con la que se representa la absenta en cientos de películas y obras de todo tipo ambientadas en Francia. 

La absenta verde está ligada a la Belle Époque y debe su color a que se utiliza hierba ajenjo durante el proceso de destilación de esta bebida de sabor anisado.

Se conoce que muchos grandes nombres de la historia del arte, como Wilde, Van Gogh, Picasso, Manet o Hemingway buscaban inspiración con absenta, que podía incluso provocar alucinaciones.

Relacionado con esto, su consumo se prohibió en Francia (aunque en el resto de Europa y Estados Unidos también) desde 1915 hasta casi finales del siglo XX por los elementos psicotrópicos y alucinógenos que contenía, aunque actualmente se ha cambiado su fórmula para evitar esto.

4. Champán

El champán es una bebida que se utiliza a nivel internacional para cualquier tipo de celebración, desde la gala de los Óscar o un Gran Premio de F1 hasta la Nochevieja en cualquier familia del mundo. 

Se dice que el mérito del método de creación del champán le pertenece a Dom Pierre Pérignon, un monje benedictino francés que inventó este proceso en 1638. El champán actual más caro del mundo es el Dom Pérignon Rosé Gold, con un precio de 75 mil euros por cada botella.

Actualmente el uso de las uvas que se destinan a la producción de champán está limitado a aquella que proceden de: pinot noir, meunier y chardonnay, pinot gris, arbanne, petit meslier y pinot blanc.

3. Cognac

El nombre de esta bebida, que en español se traduce como coñac, se debe a su origen en el municipio francés de Cognac, y se trata de un brandy resultante de la doble destilación de vino de uva blanca en recipientes de cobre y barriles de roble.

Su color dorado y potente sabor lo han colocado durante muchos años como una bebida llena de glamour y clase para ocasiones especiales y la clase alta, aunque hoy en día cualquiera puede adquirir una botella de coñac.

Fueron los romanos los que inculcaron el cultivo de las vides a los franceses en el siglo III d.C., tradición que ha mejorado y evolucionado con el paso de los siglos hasta conseguir esta bebida tan típica.

2. Ratafia

Aunque en España tenemos una adaptación a la ratafia, la original proviene de Francia, donde es muy frecuente ofrecerla a visitas o para tomar con aperitivos.

La ratafia es un licor dulce que se obtiene con la maceración de diferentes frutos, hierbas y especias, y se sirve normalmente bien fría pero sin hielo, y combina estupendamente acompañada de queso o galletas saladas.

Actualmente podemos encontrar esta bebida, pero con algunas variaciones en sus ingredientes en los países de España e Italia, incluso con el nombre ligeramente adaptado a cada idioma, pero donde más se conserva la tradición original es en Francia, sobre todo en Borgoña y Champaña.

1. Vino francés

Con un 29% de las exportaciones totales de vino en todo el mundo, Francia está entre los puestos más altos en cuanto a los países que suministran vino a nivel internacional.

Los vinos franceses más famosos son los que provienen de Champagne, Borgoña y Burdeos, aunque su producción comercial se extiende básicamente por todo el país.

La diversidad geográfica y climática de Francia ha propiciado un gran abanico de vinos, sobre todo tintos, con un sabor muy distinguido y exquisito y con un aroma difícil de encontrar en ninguna parte; y que además combinan estupendamente con la gastronomía típica local.

4 bebidas de Francia sin alcohol

No solo las bebidas alcohólicas tienen el protagonismo en Francia, sino que hay muchas otras que son tradicionales para tomar tanto en verano como en invierno y que, aunque no son exclusivas de este país, los franceses tienen una forma particular de tomarlas.

4. Café

El café es una de las bebidas sin alcohol indispensables en Francia que millones de personas toman a diario, y es sabido que los franceses gustan del buen café, por lo que no puedes dejar pasar la oportunidad de pedirte alguno de sus cafés más populares si visitas la ciudad del amor.

El café con crema, o café crème, es el más típico de París, y lleva a partes iguales café espresso y crema de leche. También podemos encontrar la alternativa al carajillo español con el café arrosé, que en vez de anís lleva el típico coñac francés.

Como peculiaridad, en Francia debemos tener en cuenta el tamaño de la taza del café que pedimos, ya que existe el tamaño grande para el café con leche, que es como un cuenco de sopa pequeño.

3. Chocolate caliente

Una de las bebidas más populares para acompañar un cruasán típico francés en las épocas de frío es el chocolate caliente o chocolat chaud, como lo llamarían en Francia.

Algunas historias cuentan que el chocolate tenía propiedades afrodisiacas y que el rey Luis XIV solía invitar a bellas damas a sus aposentos para tomar una taza de chocolate caliente con ellas, costumbre que se volvió muy popular entre la clase alta.

El chocolate caliente francés se diferencia de otros chocolates a la taza preparados a lo largo del mundo porque utiliza leche en vez de agua, siendo la clave de su delicioso sabor utilizar un chocolate de alta calidad.

2. Té

El té no es una bebida tradicional exclusiva de Inglaterra, sino que hay otros países con una fuerte cultura en torno a él, como es el caso de Francia, donde su popularidad fue (y es) tal que existen lugares específicos para tomarlo: los salones de té.

El té se volvió muy popular entre las clases altas con su llegada en 1636, sobre todo por sus propiedades medicinales, aunque con la revolución de 1789 se convirtió casi en un insulto por su relación, precisamente con las clases adineradas.

Actualmente el té vuelve a tener muy buena fama y acogida por todo el mundo, y los franceses lo suelen tomar con camomila por la tarde, sobre todo el té blanco, verde y negro.

1. Citron pressé

Ideal para los días de verano cuando queremos tomar algo fresco y refrescante pero no necesariamente alcohólico: ese es el citron pressé o “limón exprimido”, como dice literalmente su nombre traducido al español.

Una de las particularidades de esta bebida y que la diferencia de otras como el granizado de limón o la limonada es que los ingredientes (agua, azúcar, hielo y limón) se sirven por separado para que cada comensal se ponga la cantidad de cada uno al gusto.

Esta bebida se volvió tan popular en sus orígenes, allá por el siglo XVII, que los principales fabricantes y comerciantes de la misma formaron un sindicato llamado La Compagnie de Limonadiers.

¿Cuál es la bebida francesa de aperitivo?

En muchos países solemos encontrar una bebida, alcohólica o no, que acompaña estupendamente las comidas y que es tradición tomar. 

En el caso de Francia encontramos el pastis, que se toma mezclado con entre 5 y 7 partes de agua para rebajar su alta graduación.

Pastis

En 1915 la absenta fue prohibida en Francia por los supuestos efectos adversos que podía tener sobre las personas, vacío que aprovechó Paul Ricard, un industrial que en 1932 creó el pastis para cubrir este hueco de 30 millones de litros anuales que había dejado el licor verde.

El pastis tiene el sabor dulce del anís y el regaliz con una graduación considerable del 45% de su volumen, por lo que se consume mezclado con agua para rebajar su intensidad. 

Su fórmula se compone de anís estrellado con anís verde y regaliz, y en Francia se conoce como momia o mominette al vaso pequeño de pastis que se sirve para tomar como un chupito.

3 bebidas francesas tradicionales para niños

No solo las bebidas tradicionales francesas son cosa de adultos, ya que las más famosas son todas alcohólicas, sino que también hay otras muy populares para los niños o aquellas personas que simplemente quieren refrescarse.

3. Sirop a l’eau

Aunque en otros países, como España, se le conoce como sirope de granadina, esta bebida es ideal para refrescarte con el sabor de la fruta sin necesidad de añadir alcohol, por lo que es perfecta también para niños.

Se suele hacer mezclando soda o agua con una parte de sirope de granadina, aunque en algunos sitios utilizan cualquier sirope de frutos rojos, y que se debe servir bastante fresco, sobre todo si lo tomamos en verano.

Esta bebida también es estupenda como acompañamiento de ensaladas o platos ligeros más típicos de la época veraniega, y se puede añadir un chorrito de limón si no lo queremos tan dulce.

2. Orangina

La orangina no es una bebida que se beba exclusivamente en Francia, pero su origen tiene lugar en este país y es donde principalmente se consumen sus bebidas, ya que se trata de una marca de refrescos con sabores cítricos.

El origen de la marca se remonta a 1933, donde se utilizaba el zumo y la pulpa de las naranjas cultivadas en Argelia, que todavía era una colonia francesa, con algo de gas para llevarlo más hacia un refresco que a un zumo.

La orangina se reconoce fácilmente por su botella, con forma de naranja, y actualmente se distribuye en todo el mundo.

1. Pschitt

Otro de los refrescos cítricos muy típicos de Francia y que a los niños encanta es el Pschitt, una bebida con sabor a naranja y limón que lleva acompañando la infancia de varias generaciones desde 1954.

Pschitt se ha caracterizado a lo largo de las décadas por ir de la mano de grandes personalidades en sus campañas publicitarias, como la de 1969 con Salvador Dalí, que hizo un diseño especial para la bebida.

Actualmente está perdiendo cuota de mercado por la pérdida de interés de las nuevas generaciones, aunque se mantiene como una de las grandes opciones entre los niños por sus colaboraciones con marcas internacionales de juguetes y juegos.

¿Qué es la bebida francesa destilada de sidra?

El calvados es una curiosa bebida con muchas anécdotas históricas y leyendas a su alrededor, pero lo que sí es cierto es que una de las bebidas más tradicionales de algunas regiones de Francia y que está destilada a partir de la sidra de manzana o pera.

Calvados

El Calvados proviene de la destilación de sidra de manzana o de pera, pero también puede estar elaborado con frutas de toda Normandía. Supone el 75% de la producción total de la región que le da nombre, siendo el territorio con más extensión dedicada a su elaboración, donde la destilación puede ser simple o doble, según la tradición local. 

Actualmente se suele beber entre platos o después de alguna carne para facilitar la digestión y estimular el apetito.

Cuenta la leyenda que las manzanas con las que se empezaron a elaborar este licor se trajeron desde el norte de España, aunque la sidra ya era conocida desde el siglo XII, sobre todo en Normandía donde ya era popular.

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