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Comidas típicas catalanas

Aunque la gastronomía catalana está empezando a volverse muy famosa por los grandes chefs profesionales que están teniendo éxito a nivel incluso internacional, su gastronomía tradicional no merece ser olvidada.

Las comidas típicas catalanas cogen lo mejor del mar, la montaña y la huerta que tiene cada provincia para conseguir platos deliciosos y que no puedes dejar de probar, sobre todo si visitas la comunidad. 

A continuación veremos algunos de los platos más tradicionales de la cultura catalana, cómo se hacen, cuándo se comen y un poco más sobre su origen e historia.

7 platos típicos catalanes

La mayoría de platos típicos catalanes surge en las clases populares que utilizaban los ingredientes a los que tenían acceso para crear recetas ricas y de aprovechamiento para aguantar las duras jornadas de trabajo.

7. Cargols a la llauna

Aunque, por norma general, la gastronomía española atrae y gusta mucho a los turistas extranjeros, este plato sin duda genera reparos e incluso rechazo para los que no están acostumbrados a comer caracoles.

Este plato es típico de Lleida, y su nombre viene dado porque los caracoles se preparan al horno dentro de un recipiente conocido en catalán como llauna, típica también para hacer repostería tradicional.

Para hacer esta receta solo necesitamos caracoles y especiarlos con ajo y perejil, aunque también se puede poner una base de vino blanco en la bandeja para darles más sabor, y también es muy común darles un toque picante con un poco de pimentón picante.

6. Escudella

Los platos típicos catalanes son en su mayoría de cuchara, sobre todo para ayudar a pasar los fríos días de invierno. La escudella es una de las recetas estrella de este tipo.

Los cocidos son muy típicos por toda la geografía española, pero lo que caracteriza a la escudella es que lleva pilotes de carne picada y galets, un tipo de pasta con forma de concha.

La escudella se prepara con mucha carne, sobre todo trozos de cerdo de todo tipo (desde manitas, hasta morcilla y jamón, pasando por panceta y botifarra), verduras, garbanzos y galets. La clave para conseguir el resultado ideal es cocerlo todo a fuego lento y durante al menos 3 horas.

5. Botifarra amb mongetes

Un plato sencillo y que se extendió rápidamente entre toda la población por su elaboración sencilla e ingredientes de bajo coste es la botifarra amb mongetes (butifarra con judías).

Se dice que la receta llegó a su máximo esplendor en el siglo XIX, cuando las clases medias y populares se mezclaban en los típicos “seises” catalanes, fondas donde comer por el asequible precio de seis reales.

La clave de este plato está en las botifarras catalanas, que tienen un sabor muy particular, y que se suelen servir a la brasa junto a las alubias cocidas y pasadas por la sartén con ajo y perejil.

4. Mar i muntanya

Traducido como “mar y montaña”, este plato típico de Cataluña surgió en las zonas costeras de la comunidad, donde se aprovechaba lo que se conseguía de la ganadería y la pesca, hasta llegar a todos los restaurantes.

La receta más extendida combina en un guiso hecho en olla de barro carne de conejo o pollo con crustáceos, sepia o calamares.

El significado de su nombre viene por la combinación del pescado, que proviene del mar, y la carne y las verduras, que vienen de la tierra, y aunque a priori no parece una combinación que pueda funcionar, lo cierto es que es uno de los platos catalanes más populares.

3. Escalivada

Un plato que no te costará de encontrar en cualquier restaurante o bar catalán es la escalivada, aunque también es muy habitual hacerlo en casa. 

Aunque es típica de Cataluña, también se come en otras comunidades autónomas, como Aragón, Murcia o la Comunidad Valenciana.

La escalivada tradicional lleva berenjena, pimiento y cebolla asadas que se sirven frías o a temperatura ambiente a modo de ensalada con un chorro de aceite de oliva.

Al estar cortadas en tiras es muy fácil de montar sobre una rebanada de pan y comer a modo de tostadas, sobre todo con los jugos de las verduras y el aceite empapando la base de pan.

2. Calçots

Los calçots son una variedad de cebolla con una apariencia similar a un puerro o espárrago muy grande y grueso que se recolecta en invierno y que es muy típico sobre todo de las tierras del río Ebro.

Los calçots se suelen acompañar de carne a la brasa, cordero y botifarra principalmente, siendo las verduras el entrante y la carne el plato principal, y de vino regional.

Para prepararlos se asan directamente al fuego de leña sobre una parrilla para después retirar las hojas exteriores quemadas y comer el interior acompañado de la también típica salsa romesco, que se elabora con verduras asadas, especias y frutos secos triturados.

1. Pa amb tomàquet

Aunque a veces también lo podemos escuchar como “pantumaca”, el pa amb tomàquet es sin duda un icono de la gastronomía catalana a pesar de su sencillez.

Los orígenes de esta receta se remontan al pan con aceite típico de toda la cocina mediterránea, aunque no fue hasta el siglo XVIII que el tomate se asentó en la cocina española y hasta 1884 que podemos encontrar la primera referencia escrita del pantumaca.

Podemos encontrar recetas muy similares a lo largo del territorio español, pero la típica catalana utiliza pan de payés con medio tomate maduro restregado una rebanada de pan cortado por la mitad y acompañado de un chorro de aceite de oliva y sal.

7 postres típicos catalanes

Sin duda, no puedes perderte los platos tradicionales de la gastronomía catalana, pero tampoco podemos dejar de recomendarte los postres típicos que, además de ricos, también puedes hacerlos en casa.

7. Crema catalana

La crema catalana es posiblemente el postre típico catalán para conocido no solo a nivel nacional, sino también fuera de nuestras fronteras.

Podremos encontrarlo en cualquier restaurante catalán y en otros muchos de la geografía española, aunque han surgido algunas variantes respecto a la receta original. 

La crema catalana tradicional se hace con una crema de leche y huevo que se recubre con azúcar, canela y limón. Su textura es parecida a la de las natillas o el arroz con leche poco espeso, y la clave está en conseguir una capa crujiente de azúcar quemado en la superficie para contrastar con la cremosidad del resto del plato.

6. Brazo de gitano

El brazo de gitano hace las delicias de los más golosos y con el que seguro que animarás cualquier cumpleaños o celebración especial.

Este postre se elabora con masa genovesa como base cubierta de mermelada o crema, generalmente nata, que se enrolla hasta obtener un dulce cilíndrico. En la parte superior del postre se aplica una capa de azúcar caramelizado, glaseado u otros toppings.

Una de las leyendas sobre su origen cuenta que la receta la trajo un monje berciano en uno de sus viajes a Egipto, aunque otra versión afirma que surgió de la relación de la etnia gitana con los pasteleros, que recompensaban la labor de los gitanos con trozos de bizcocho sobrante que se llevaban apoyados sobre el brazo.

5. Pa de Pessic

Este bizcocho típico de Vic, en Cataluña, se caracteriza por ser suave y esponjoso y una gran opción para tomar como postre o en la merienda.

Su nombre, que en español quiere decir “pan de pellizco” literalmente, nos da una idea de cómo se come tradicionalmente este postre, cogiendo trozos directamente a pellizcos.

Los principales ingredientes que necesitamos para elaborarlo son huevos, fécula de patata y azúcar en polvo, sobre todo para decorar el bizcocho por encima.

Se utiliza mucho como base para elaborar tartas o bizcochos mojados en algún licor por su esponjosidad y gran absorción de la masa.

4. Mel i mató

Este postre sorprende por lo sencillo y rápido de su preparación pero también por su increíble sabor.

Se elabora tradicionalmente con mató, que es un queso fresco de sabor suave y ligero que se digiere muy fácilmente al que se añade un chorro de miel. 

La clave del éxito del mel i mató es que la base del queso suave equilibra perfectamente la potencia de la miel, además de ser bastante saludable y poco empalagoso, aunque dependerá de la cantidad de miel que pongas.

Esta receta se remonta a la época medieval y llega hasta el día de hoy, donde también se sirve acompañado de almendras crudas o tostadas.

3. Panellets

Los panellets son muy típicos de la fiesta de la Castañada, que coincide con el día de Todos los Santos, y aunque se comen principalmente como postre también son ideales para tomar en la merienda o el almuerzo acompañados de una bebida caliente.

Su origen se remonta al siglo XVIII, donde surgió como comida vinculada a las celebraciones religiosas y que se consideraba bendecida, por eso también se servía en funerales y acabó siendo típica del día de Todos los Santos.

Los panellets se elaboran haciendo bolitas de masa de almendras trituradas, huevo y azúcar que se recubre con piñones y se cocina al horno para después comer acompañados de castañas, muy típicas del otoño.

2. Catànies

Las catànies, o catanias llamadas en español, son un dulce seco elaborado con almendras marconas, típicas del mediterráneo, caramelizadas y envueltas en una pasta de almendra, avellana, azúcar y leche con una capa final de cacao.

La receta la creó Josep Cudié en 1943 en la pastelería en la que trabajaba entonces en Villafranca del Penedès, para abrir unos años más tarde su propio negocio de bombones con las catanias como producto estrella.

Entre las curiosidades en su historia podemos encontrar que la receta nació para aprovechar unas almendras garrapiñadas que no quedaron como debían y que el nombre creó algo de confusión, pues se creyó que estos dulces venían de la ciudad italiana de Catania.

1. Coca

El postre típico y más famoso de Cataluña sin duda es la coca, que además de rico permite hacer una gran cantidad de variaciones y puedes preparar de forma muy sencilla en casa.

La coca catalana puede ser dulce, con una apariencia más parecida al bizcocho, o salada, parecida a una focaccia o pizza rectangular.

Una de las cocas más populares en Cataluña es la coca de forner, “coca de panadero”, que podemos encontrar en muchas panaderías todo el año, y que se prepara básicamente con los mismos ingredientes con los que se hace el pan, aunque añadiendo azúcar y anís.

Qué es la cocina tradicional catalana

Una de las cosas que caracteriza a la gastronomía catalana es que combina los ingredientes “de interior”, como la carne y la carne de caza, con los elementos marinos de toda su zona costera, como son el pescado y el marisco.

Sin embargo, algunos de los ingredientes más típicos y comunes de todos los platos tradicionales de Cataluña suelen llevar setas (o bolets), queso o estar acompañados de salsas típicas, como la romescu, el sofregit o el alioli.

Además, todos los platos suelen incluir una gran variedad de verduras típicas de la cocina mediterránea, como el tomate, ajo, cebolla, berenjena) y también muchas especias por la influencia de diferentes culturas a lo largo de los siglos (perejil, pimienta, pimentón).

Los guisos, fritos y sofritos son la base de la cocina catalana, así como la combinación de elementos dulces y salados en el mismo plato.

3 platos típicos de Navidad en Cataluña

Lo mejor de las Navidades, además de poder juntarnos con más frecuencia con la familia y amigos (y los regalos) es que es el momento de comer platos típicos de estas fechas que a todos nos encantan. 

La gastronomía catalana no es una excepción y estos son algunos de los mejores platos típicos de Navidad que puedes compartir en compañía.

3. Fricandó

El fricandó catalán es un estofado que se prepara con carne de buey o ternera y que llegó hasta Cuba en los siglos XIX y XX, donde se le llama fricasé, por la influencia catalana.

El fricandó es un plato que surge de la influencia francesa en Cataluña y el plato original fricandeau, un estofado a base de carne de vacuno.

Además de los filetes finos de carne, el fricandó también contiene setas (cualquiera de las variedades catalanas o de las comunidades vecinas) y se suele preparar el día anterior a consumirlo para que el sabor del caldo sea más potente y concentrado.

2. Capón relleno

Aunque este plato no está tan extendido por Cataluña como otros, pues se localiza más en Tarragona, sigue siendo uno de los platos más típicos de estas fiestas. 

Parte de la popularidad de este plato típico, sobre todo en Navidad, es que es perfecto para compartir con la familia por la gran cantidad de comida que supone, además de por su delicioso sabor.

También se le denomina “gall d’indi farcit” y, aunque el pavo es más jugoso y más grande que el pollo, se rellena igualmente de verduras y frutos secos, e incluso de carne magra de cerdo y ciruelas.

3. Canalones

Lo verás en la mesa de muchas familias el día 25, día de Navidad, y 26, día de Sant Esteve, de diciembre.

Los canalones deben su nombre a la palabra “canal”, pues este plato tiene forma de canal aumentado y relleno, además de estar relacionado con los cannellone italianos.

Tradicionalmente se utilizaba la carne (carn d’olla) sobrante de la cena del día 24 de diciembre para elaborar este plato, que en otras regiones se aprovecha para hacer croquetas, que se hace con rectángulos de pasta rellenos de carne en forma de cilindro y bañados en bechamel y queso, todo al horno.

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