El salmón es un pescado azul rico en ácidos grasos esenciales, como el Omega 3 y el Omega 6, que también aporta vitaminas D y del grupo B y minerales como el potasio, el fósforo, el calcio o el selenio. Ahumado, a la plancha, cocido o al horno admite múltiples preparaciones, sencillas y saludables, pero en ocasiones no es fácil encontrar guarniciones ricas y originales con las que acompañarlas.
Con unas patatas hervidas o unas verduritas al vapor, tienes un plato completo y ligero, pero las opciones no acaban ahí. ¿Quieres saber con qué puedes acompañar el salmón? Con las ideas de guarniciones que te proponemos, podrás saborear este sano alimento cada día con un acompañamiento diferente.
Salmón a la plancha con pisto
Si te apetece tomar salmón con unas verduras pero repletas de sabor, el pisto es una opción sencilla que resulta ideal como guarnición para este pescado sobre todo si los haces a la plancha. Como ingredientes básicos tienes: cebolla, calabacín, pimiento rojo y pimiento verde, aunque si te apetece también puedes ponerle berenjena y un ajo picado que potencie el sabor.
Se trata de cortar, en dados pequeños, las hortalizas y pasarlas por la sartén con un poco de aceite de oliva. Primero van la cebolla y el ajo, luego, los pimientos y por último, el calabacín. Para terminar, las verduras se rehogan con tomate, que puede ser natural o tomate triturado de bote. Deja que cuezan en la salsa de tomate unos 10 – 15 minutos y tendrás un pisto casero delicioso. Si te apetece, una cucharada pequeña de pimentón dulce hará que resulte aún más sabroso.
Ensalada de arroz
El arroz es un excelente acompañamiento para platos de salmón en cualquier preparación que elijas. Para hacer una ensalada, quede suelta y ligera, elige variedad basmati y cuando lo tengas hervido y frío, añádele los vegetales en crudo que prefieras. Una buena combinación es ponerle tomates cherry, dados de aguacate y unos brotes tiernos de espinacas.
¿Otra idea? haz la ensalada con palitos de cangrejo, maíz y zanahoria rallada. Combina colores y sabores y crea ensaladas de arroz, frías o templadas, porque verás que casan a la perfección con el salmón. No olvides un buen aliño, en el que no falten especias que realzan el sabor de este pescado como, por ejemplo, el cilantro o el eneldo.
Patatas a la importancia
Si vas a preparar un salmón al horno, unas patatas cocinadas en la misma fuente, como lecho del pescado, es siempre una buena opción, pero si quieres algo distinto y sorprendente, las patatas a la importancia te encantarán. Para hacerlas, tienes que pelar y cortar las patatas en rodajas de aproximadamente un centímetro de grosor, pasarlas primero por harina y luego por huevo, es decir, rebozarlas, y freírlas ligeramente.
Una vez fritas, sin que queden del todo hechas, hay que guisarlas unos minutos, porque eso hará que queden tiernas y con un delicioso rebozado. Tienes que hacer un sofrito con cebolla picada, un diente de ajo y unas hebras de azafrán, al que deberás añadir caldo de carne o verduras y un poco de vino blanco. Así, tendrás una espectacular salsa, en la que irán ‘bañadas’ las patatas, y que te servirá, también, como condimento ideal para acompañar tu salmón al horno.
Salmón con tabulé
Para darle al salmón un toque exótico, refrescante y lleno de aromas, acompañarlo de una tradicional ensalada libanesa es una magnífica idea. Como base, lleva trigo quebrado o bulgur, que se prepara casi igual que el arroz, pero incorpora como ingredientes básicos, una buena cantidad de perejil y de hierbabuena que hacen de ésta una guarnición ligera y muy especial. Lleva también tomate y cebolleta picada y su gran secreto es que el aceite de oliva virgen y el limón son parte de su sorprendente aderezo.
Brócoli salteado sobre puré de patatas
El brócoli hervido con una patata, también cocida, es una de las guarniciones clásicas del salmón, pero si quieres tomarlo de manera que resulte igual de saludable pero mucho más rico, prueba a saltearlo directamente, sin hervirlo previamente. Queda bien para acompañar salmón a la plancha o al horno y es una receta muy sencilla.
Primero tendrás que hacer un puré de patatas casero, cociendo los tubérculos y aplastándolos con un tenedor. Si te apetece, puedes aderezarlo con un poco de ajo que lo ‘alegre’ un poco. Por otra parte, separa los racimos del brócoli y aprovecha también los tallos, limpiándolos y retirando la parte más dura. Pásalos por la sartén con un poco de aceite de oliva virgen y una cucharada de cúrcuma que le aporte un sabor distinto al habitual. Sirve el brócoli sobre el puré y, si quieres, adereza con un poco de limón. Hacer este sorprendente acompañamiento para tu salmón no te llevará más de 20 – 25 minutos.
Revuelto de espárragos trigueros
Si quieres completar tu salmón con un extra de proteína y fibra, el revuelto de trigueros es perfecto para lograr tu objetivo. Estéticamente la presentación del plato es inmejorable, por la combinación de colores del pescado junto al verde del espárrago y el amarillo del huevo, y el resultado al paladar es una delicia.
Hacer el revuelto es sencillo, solo debes tener en cuenta la importancia de elegir espárragos muy finos (trigueros de verdad) para no tener que hervirlos previamente. Córtalos en trozos pequeño – medios y pásalos por la sartén a fuego bajo, con un poco de aceite de oliva y un diente de ajo laminado. Cuando los espárragos estén casi hechos (unos 10 minutos), bate dos – tres huevos y viértelos en la sartén removiendo con cuchara de madera para ligar todos los ingredientes. En unos minutos tendrás el revuelto en su punto. ¿Quieres que te quede aún más jugosos?… En el momento de batir los huevos, añádeles un poco de leche, así el revuelto te quedara un punto más suave y cremoso.
Ensalada Caprese
Si prefieres acompañar el salmón con una ensalada, la caprese es perfecta para disfrutar de todo el sabor del mediterráneo en un delicioso plato de pescado. La ensalada no tiene misterio, pero con ingredientes de calidad y ese toque esencial de albahaca resulta una de las ensaladas italianas que más gustan.
Para que la guarnición luzca (y sepa) como merece, corta rodajas no muy finas de tomates maduros pero firmes y altérnalas con rodajas de suave queso mozzarella. Reparte, también, hojas de albahaca fresca y adereza con aceite de oliva virgen y, opcionalmente con un poco de vinagre balsámico. Un poco de sal y pimienta al gusto es todo lo que necesitas para terminar esta saludable y rica guarnición para salmón. Otra opción es machacar unas hojas de albahaca en mortero con un poco de aceite y aderezar con ella también la ensalada. Si te encantan las ensaladas con aceitunas, en ésta las negras van muy bien.